domingo, 8 de septiembre de 2013

DIARIO DE UN CAMINO_8


SARRIA- PORTOMARÍN



Salimos de Sarria recordando que de allí, hace justo cuatro años, hicimos nuestro primer camino, solo esos últimos 114 km que se necesitan para obtener la Compostela. Se nota, hay mucha gente, de hecho, acaba de llegar un tren y muchos de los pasajeros, la mayoría, inician aquí su camino. Por tanto, nos vamos encontrado grupos enteros de gente, ¡¡parece una romería!! Al final, se van imponiendo los ritmos de cada uno y el caminar se hace más llevadero.

Etapa bonita, sube y baja con duros repechos, llevaderos al principio por la hora. Conforme avanza la mañana, cae el sol y pesa la mochila porque pesan los kilómetros. Vamos recordando paisajes y lugares de años anteriores. Nos sorprenden nuevas edificaciones, albergues y barecillos, pero, nuestra mente espera encontrarse con Mercadoiro. No había cambiado, fue nuestro primer albergue en nuestro primer camino, allí tocaba parada obligatoria, en la terracita para tomar unos refrescos con frutos secos. Emotivo. ¡Nos dio vidilla ara continuar!
 

Continuamos la ruta con una amplia sonrisa, pero de nuevo, el camino endurece y nos envuelve en nuestro presente. Con esfuerzo, y mucho espíritu caminero, bajamos la durísima cuesta que nos conduce al puente (de más de 350 m. de longitud) sobre el rio Miño, en concreto, el embalse de Belesar. Duras escaleras de subida, nueva cuesta camino del albergue. Nos aguarda esperar y hacer cola, pero tuvimos plaza en el albergue público. Después disfrutaríamos de un merecido descanso.