viernes, 9 de agosto de 2013

DIARIO DE UN CAMINO_5

TRABADELO- O CEBREIRO
 5:30 de la mañana, nos preparamos para iniciar esta dura etapa, ¡¡la etapa reina!! Que nos conducirá a la aldea de O Cebreiro, el puerto de Piedrafita. Los primeros km transcurren con normalidad, sin sobresaltos, junto al rio Valcarce, a nuestra izquierda y la carretera a nuestra derecha. Precioso paisaje que nos acerca a la Vega de Valcarce, nos gustó mucho este pueblecito con su espectacular paisaje. Eran los últimos coletazos de tranquilidad. Entramos en La Herrería,
pequeña población donde se inicia la auténtica subida al puerto. Duros repechos por asfalto que dan susto, hasta que se deja el asfalto y se toma un precioso camino…pero no hay tregua, siguen las durísimas subidas que te obligan a dar pequeños pasitos, la respiración te falta a veces y tienes que darte un sorbito de agua o “bebida azul”.
Así llegamos a La Faba, descansamos cerca de una fuente de agua fresquita y allí comprendimos lo sabroso que puede estar un bocadillo de salchichón que lleva dos días en la mochila. Saludamos a peregrinos que pasan, un matrimonio de Jaén nos hace una foto a las tres reponiendo fuerzas.
Nuevas subidas, aunque el tiempo nos acompañó, ya que hacía una fresquita mañana con temperatura de unos 14 grados que nos acompañó hasta la cima.
Antes, dejamos la última población de León y entramos en Galicia. Afrontamos el último km, con paisajes increíbles y al fin, O Cebreiro, pequeña aldea con casas todas de piedra y las famosa pallozas,
construcciones redondas testimonio de poblamiento anterior a los romanos.
Domina el poblado, la iglesia prerrománica de Santa María la Real.

“La importancia religiosa de este paso fue reforzada por el legendario milagro del Santo Grial, ocurrido en O Cebreiro, desde entonces paso obligado de los peregrinos jacobeos. En 1486 los Reyes Católicos, de peregrinaje a Santiago, se detienen en el monasterio de O Cebreiro y donan el relicario donde se guardan las reliquias del milagro. El antiguo cáliz románico del monasterio figura en el escudo de Galicia”.
Esta leyenda, figura allí mismo, dentro de la iglesia, dos monjes se prestan a hacerse fotos y sellarte la credencial con el sello del monasterio.
Avanzamos hasta el primer albergue de la Xunta, esperamos que abran tranquilamente sentados en el suelo y comentando, con el resto de peregrinos, la dureza de la etapa y la belleza de la misma.
 


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