
Afrontar casi 28 km puede ser un reto, sobre todo viendo el
perfil de la etapa. Nada más empezar 155 m. de desnivel para subir al santuario
de Guadalupe. Pero, a nuestro favor, que estamos frescas, no hay agujetas
todavía, así hacemos esta subida mejor de lo previsto. En verdad, la etapa es
tan bonita que pudimos disfrutarla a pesar de la dureza.
La llegada a Pasajes de San Juan, preciosa. Las vistas, todo
un espectáculo, aunque deseábamos poder sentarnos tranquilamente para afrontar,
nuestro «segundo desayuno». La plazoleta, junto a la ría que separa Pasajes de
San Juan de Pasajes de San Pedro, muy animada de peregrinos disfrutando del
bocadillo, reponiendo fuerzas para afrontar las temibles escaleras, tras cruzar
en barca la ría. Ya estábamos avisados que no empezáramos con mucha alegría la
subida. Aun así, faltaba el aire a cada paso. Sólo la belleza del Faro de la
Plata, nos daba un respiro al contemplarlo.
A partir de ahí, notamos el paso de los kms, pero la mañana
no se hizo pesada, fresquita, buena para caminar.


Tuvimos plaza, menos mal, pues ya el cuerpo se resistía a
seguir, solo la cercanía del descanso, nos animó.
Buena ducha, un descanso
y a merendar- cenar. Poco que ver, la lluvia era intensa a esas horas,
así que cerquita del albergue, en una acogedora taberna, cargamos pilas.
Mañana más.
Mañana más.
Me encanta tu blog yo he recorrido de irun a Bilbao unos dias antes que vosotros, pero me trae muy buenos recuerdos. Un saludo y buen camino.
ResponderEliminarGracias Mª Virtudes, me alegro que te guste. ¡¡Buen Camino!!
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