lunes, 18 de agosto de 2014

8. BILBAO – PORTUGALETE - POBEÑA



Tras el descanso en Bilbao, volvemos a retomar nuestro camino. Esta es una etapa corta, que tiene algunas variantes, todas ellas más o menos señalizadas. Es cuestión de elegir. Nuestra guía nos conduce por Barakaldo y Sestao con una subida anterior a la ermita de Santa Águeda. La otra opción es más corta, seguir el margen derecho de la ría, (para evitar atravesar por todos los restos de la vieja industria bilbaína que están a la izquierda). 


No sé qué nos impulsó a elegir la ría, como ruta hacia Portugalete, quizá la espera en la acera del albergue de Lezama que llevaba implícita una conversación entre varios peregrinos que la aconsejaban. Vimos flechas amarillas y suspiramos, ¡¡nos llevarían también a nuestro objetivo del día!!. La salida de Bilbao, por carretera con muchísimo tráfico y sin arcén, aunque un amable ciclista (no bicigrino) nos avisó que cruzáramos al otro lado de la carretera, era menos peligroso.  



Así fue. Nuestra seguridad ya estaba garantizada. La lluvia, ¡cómo no! se asomó al cielo y de ahí cayó sobre nuestras mochilas. Así que vuelta al chubasquero y caminar, con paso cansino, por lo aburrido del trayecto.

Casi sin darnos cuenta vemos asomar el famoso puente colgante de Portugalete “con la función de transbordador entre Portugalete y Getxo que fue inaugurado en 1893 y es desde 2006 Patrimonio de la Humanidad. Cubre 160 metros de longitud y está apoyado por cuatro torres que se elevan a más de 60 metros de altura”. 


Habíamos salido temprano de Bilbao, y la parada del segundo desayuno ¡¡era nuestra final de etapa!!. Nos sentamos cómodamente tras subir una calle por rampa mecánica, en una cafetería. Nuestra charla fue recogida por el camarero y se animó a darnos un consejo, quizá lo que necesitábamos en ese momento: Podéis continuar hasta Pobeña. Son 12,3 Km más, eso no es problema, vamos bien, lo que nos hace dudar es que hay solo un albergue de 22 plazas. 


Es fin de etapa, recomendado en la mayoría de las guías que conocemos, los peregrinos que pasaran la noche en Portugalete, nos llevaban muchísima ventaja, pero era la mejor opción, además acortaríamos la larga etapa siguiente. Eso nos dio ánimo, iba a ser el reencuentro con el mar, después de varios  días. Seguimos.

Los dueños del bar nos explicaron bien por dónde salir, era fácil. Objetivo carril bici (bidegorri).
Bidegorri
No lo abandonaríamos hasta pocos km antes de llegar a una zona de apartamentos de la playa de La Arena. Llevadero, pero quizá demasiado monótono. Subida al monte Serantes (poblado de endrinos), fue la zona más importante de Bizkaia de extracción de hierro. Tras el descenso, el barrio de La Arena, donde aprovechamos para tomar un refresco.

 

Pasamos por un tramo de playa y cruzamos el puente de La Arena (Zierbena /Muskiz) ya perfectamente arreglado tras los destrozos ocasionados por el temporal del mes de marzo, para entrar al fin en Pobeña.




Puente de La Arena


 Llegamos al albergue, ¡¡completo!!, ¡¡cómo nóooo!!, pero hay mucho espacio alrededor, con césped. No hay problema, nos adjudican “el porchecillo” de una tienda de campaña. Sobran las palabras, aquí las imágenes.




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