Nada es suave ni sencillo en este Camino. Sin embargo, esta
etapa parece más llevadera, son 7 km menos que ayer y eso se nota. Sin
embargo, en los primeros km, con el fresco de la mañana iniciamos una buena
subida. Se hace bien ya que la lluvia suave nos acompaña un buen trecho. A
veces, se nos hace más duro el descenso. Las rodillas sufren y tenemos que ser
prudentes. De momento vamos muy bien. Carmen decide desde el principio usar las rodilleras, ¡¡no quiere sustos!!
Buen trecho caminando por el arcen de la carretera. Es poco
transitable, pero incómoda. En Igeldo es famoso José María, frente a su casa,
en la acera tiene una mesa, un par de sillas, agua y sello de credenciales. La
lluvia le obliga a estar en casa, pero en la mesa está el agua por si se
necesita. ¡¡Todo un personaje!!
Dejamos la carretera y tomamos una preciosa senda, ya nos
avisan del barro. Enseguida lo sufrimos, hay que andar con cuidado, pero
comprobamos que las botas tienen buen agarre.
Los repechos se suceden, el barro ralentiza la marcha, pero
nos reímos bastante. Sobre todo que no nos falte el humor.
Antes de llegar a Orio, un fuerte repecho nos acerca a la
ermita de San Martín de Tours.
Cruzamos la ría y nos aproximamos al impresionante viaducto
de la A-8, nos preparamos para afrontar el último tramo de la etapa, el que nos
acerca a Zarautz.
El tiempo sigue fresquito pero ha dejado de llover. La
búsqueda del albergue es sencilla. Al llegar, grandes colas, nos avisan que
puede que esté completo, esperamos a su apertura. Contamos y entendemos que
podemos tener opciones.
La llegada del hospitalero nos tranquiliza, sí que tenemos
sitio, pero enseguida cuelgan el cartel de completo. Respiramos tranquilos y,
mientras comienza el movimiento para dar las literas, nos quitamos botas y
calcetines, respiramos mejor, muucho mejor, es un alivio.
¡¡Qué bien se está en la arena!! |
Tras la ducha, comida y descanso nos acercamos a la playa, hace sol.En el camino nos encontramos con el restaurante de Carlos Arguiñano y nos hacemos alguna que otra foto. La playa está preciosa, deciden mojarse los pies, vamos todos, nos sentamos en la arena. Unas cuantas fotos y ¡¡al agua patos!!, una buena “remojada” de pies porque el agua salada alivia dolores. No está fría, lo comentamos y disfrutamos de una plácida charla. Hora de salir de pinchos y a la cama. ¡¡Placer de dioses, disfrute en horizontal, quietud, descanso!!
Animosa conversación en la playa de Zarautz |
¡¡Salud!! |
Lluvia, fresquete, menos kilómetros... esta etapa parece fácil! El barro además, sólo consigue que os echéis unas risas; ya os imagino diciendo tonterías y con la "risa floja"! jeje. Sin embargo, seguro que las botas pesaban el doble con el barro pegado... pero bueno, con buen humor, las fuerzas se multiplican, no? :)
ResponderEliminarY luego a refrescaros... ¿los pies o enteritas? En la foto se os ve nada más que mojandoos los pies, pero eso de "al agua patos!", no sé si es que os disteis un baño enteritas o cuando llegasteis a los tobillos decidisteis que se estaba muy bien fuera... :P jeje